Vicente Cornelles
Si bien no fue hasta 1960 cuando Castellón se convierte en sede episcopal co la creación (de nuevo cuño) de la diócesis de Segorbe-Castellón, la presencia del clero y de los poderes religiosos ha sido siempre muy intensa y activa.
Pronto las órdenes religiosas y los sacerdotes toman protagonismo en la ciudad. Hay una canción popular que pregonaba "Castellón de la Plana que tienes dentro, entre curas y monjas un regimiento". La primera orden en instalarse en Castellón fueron los Padres Capuchinos, de carisma franciscano. Su primer convento estuvo en la actual avenida de los Capuchinos. Pero también llegó su sección femenina con las Madres Capuchinas.
Otras órdenes que iban llegando fueron los Dominicos, que situán su cenobio en la hoy iglesia de San Vicente Ferrer; los Carmelitas, con su iglesia de la Virgen del Carmen, y las Carmelitas Descalzas con el convento de la calle Gobernador Bermúdez de Castro. Órdenes religiosas que se van completando con las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación y su primer colegio de la calle Antonio Maura; los Escolapios, y su colegio junto a la iglesia de la Trinidad, y las Carmelitas con su colegio de la calle Enmedio.
Son los ejemplos más claros de la impronta de congregaciones religiosas en la ciudad, sin olvidarnos de los Agustinos, con su flamante iglesia de San Agustín en la calle Mayor. Y no podemos dejar atrás tampoco a los Mercedarios con su labor pastoral en la iglesia de San José Obrero en el barrio de Crèmor. Corporaciones religiosas que fueron realizando su acción social y de ayuda al desfavorecido socialmente. Algunas de estas hermandades ya se han ido de Castellón por falta de vocaciones como es el caso de los Capuchinos, Capuchinas, Carmelitas Descalzas y Dominicos.
Mientras, llegaron a Castellón hace unos años las Esclavas del Santísimo Sacramento, y que ocupan el convento de las Capuchinas, en la calle Núñez de Arce. El poder religioso en la ciudad fue tan grande que hasta una Cofradía, la de la Virgen de Gracia llegó a tener presencia en el Consejo Municipal. La ciudad tiene mucho que agradecer a la labor que han realizado estas órdenes religiosas y que marcan la historia de la ciudad a lo largo de los siglos.